Diciembre
el último mes del año, el mes de la navidad, y posiblemente el mes mas bonito
del año, el mes de las luces y de los sueños, el mes de terminar lo empezado
y crear nuevos propósitos para el año que entra, el mes de los reencuentros... ese mes que para mi, temía que
llegara.
Desde
que mi abuelo nos dejo, por allá por el 2006 las navidades en mi casa no se vivían igual, todo cambió, se volvieron frías, tristes, ya no se ponían los
adornos de navidad (ni árbol, ni Belén, ni nada que representara la Navidad) no se hacían
regalos… para mi era la época mas fea del año, viendo como millones de familias
celebraban la navidad con alegría y ver como en la mía no se hacia nada
especial.
A
mi madre en concreto nunca le ha gustado esta época del año, siempre ha dicho
que la gente en navidad se vuelve mas materialistas, que le es muy triste ver
como algunos no tiene ni un simple regalo de navidad o no tienen nada que
llevarse a la boca la noche de noche buena, mientras otros se hinchan a comprar
regalos y comer (y quieras que no, tener a alguien en casa que piense así, hace
que te contagies y que pienses igual). Así que para ella cuando mi abuelo murió
fue la excusa perfecta para dejar de celebrar la Navidad.
Pero
desde hace 4 años la cosa dio un giro inesperado. Alguien entro en mi vida y
junto a la mía, a la de ellos. Cambió mi concepto de la navidad por completo y
poco a poco, juntos fuimos trasmitiéndole ese concepto al resto. Desde entonces
las navidades han pasado de ser tristes y frías a ser pura alegría y felicidad,
mi casa ha vuelto a convertirse en un hogar navideño y los regalos o detalles
han vuelto a estar bajo el árbol. Se puede decir que la navidad ha pasado de
ser la peor época del año a ser la MEJOR.
Y
es que junto a él he descubierto la verdadera esencia de la navidad, el ir a la
ciudad y pasear por debajo de su manto de luces, el escuchar los villancicos
por la calle, el olor a castañas, los belenes gigantes, los brindis tras las
cenas y comidas navideñas dando gracias por pasarlas otro año juntos, y así, millones
de detalles que yo antes ni apreciaba.
Desde
aquí una vez más, miles de gracias, gracias por devolverle el sentido a la
navidad :)
Calle
Trapería, Murcia.
Plaza Santo
Domingo, Murcia.
Belén,
Murcia.
Mi árbol de
Navidad.
¡FELIZ
NAVIDAD A TODOS!